"Blackberg. Puede que pienses en trufas de coco, tal vez en drogas. "Una vida ordenada". Te imaginas una estación de metro, extrarradio. Después no hay mucho más que pensar. Sin duda vive gente allí, como en otros sitios. Para eso se construyó, para que la gente tenga algún sitio donde vivir."
.-John Ajvide Lindqvist, "Déjame Entrar"
Todo comienza en esa frase, extraída del primer capítulo de ese libro. De procedencia sueca, como el mismo autor, esta pequeña novela (que sin duda pronto tendremos traducida y publicada aquí) fue el primer paso para lo que se está convirtiendo en un fenómeno.
Pero ese fue el primer ingrediente.
Tomas Alfredson es un director de cine, también sueco, que, al menos según IMDB, comenzó en la televisión para acabar filmando películas como "Spermaharen", "Kontorstid", "Fyra nyanser av brunt" ("Four Shades of Brown") y "Dear Mr Barroso".Evidentemente no he visto ninguna de esas películas. Para algo son películas suecas que aquí no han llegado, que aquí no se estrenarían de llegar y que, sinceramente, dudo que llegase a ver de estrenarse.
La cuestión es que Tomas Alfredson fue escogido para dirigir la adaptación al cine de la novela de Ajvide, dando lugar a: "Lat den räte komma in" (vale, falta un acento sueco, de esos que son un circulito encima de una palabra, pero mi teclado se muestra inflexible a ese respecto); traducido al inglés como "Let the right in" y al español como "Déjame entrar" (sí, sé que tiene poco que ver, pero al menos no lo han llamado "Vampiriza Como Puedas", "Vampiros de Hielo", "Soñando, soñando, y sangre chupando" o "Vampire Nation"; y, conociendo a los TraduceTítulos españoles, es de agradecer).
Presentada en el festival de Sitges, la película se ha llevado todos los halagos. Al parecer, la historia de este niño maltratado, de su amiga pálida y nocturna, del pequeño pueblo donde transcurren sus aventuras, está llegando a los corazones más hastiados del vampirismo de novela rosa que nos intentan vender últimamente en cine y televisión. Hay escenas que, de forma unánime en la red y en las revistas de cine, quedan grabadas en la retina. Hay personajes reales. Hay una dirección de actores que se dice sublime.
Entran ganas de verla, ¿verdad?
Yo me creía en un lugar civilizado y culto. Vale, no era el sitio con más cultura de Europa, pero sí la suficiente como para satisfacer medianamente mi paladar. Algo es algo.
No ha sido estrenada aquí.En ningún cine.De toda la provincia.
Ninguno.
Para esta ciudad de culturales aspiraciones (porque aspira a ser cultura, o eso vende), esta película, esta joya del género fantástico (como se la conoce en toda Europa), no existe.
Pero, eso sí, no hay sala en la que no esté estrenada "Fuga de Cerebros".Es evidente.
En fin, intentaré esperar una semana o dos para que la estrenen, antes de plantearme emigrar a otra provincia para verla.
Y a vosotros os aconsejo lo mismo, de estar en mi situación.
martes, 21 de abril de 2009
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