lunes, 2 de enero de 2012

Mujeres Guerreras 1: Estirpe Salvaje

Hace ya mucho tiempo que, en mis cyberviajes, tuve a bien encontrarme con Montse de Paz antes de que publicase su primera novela. Hace ya años que no frecuento los foros, cosas del tiempo ese que no tengo, pero cuando me enteré que había publicado una novela tomé la firme decisión de comprarla, leerla y comentarla.
Las dos primeras partes ya están hechas, queda la tercera.
Con esto, abro un ciclo corto de reseñas de novelas escritas por autoras españolas de fantasía-terror que se continuará con "La Elegida de la Muerte" de Virginia Pérez de la Puente y terminará con "El Ojo Blanco" de Guadalupe Eichelbaum. La he titulado "Mujeres Guerreras" no por las protagonistas de las historias (que en parte sí pero no del todo), sino porque las autoras son guerreras duras en este mundo eminentemente masculino de la literatura fantástica.
En su honor intentaré ser sincero. Porque me gustaría que conmigo lo fueran (pero tampoco DEMASIADO sinceras, VENGATIVAMENTE sinceras, ¿vale, Montse, Virginia, Guadalupe?). Ahí va.



TÍTULO: Estirpe Salvaje
CULPABLE: Montse de Paz
EDITORIAL: Espasa
SINOPSIS IN-OFICIAL: Ruslan e Yvanka son niños huérfanos, entre tantos que está dejando la cruel batalla entre dos grandes Señores, todo refriegas y enfrentamientos políticos que amenazan la tenue estabilidad de un reino en nacimiento. Pero su carácter los convertirá en pieza clave del conflicto que sólo acaba de empezar.

Montse de Paz se estrena en la novela con una historia de crecimiento personal. Es la típica historia del niño que debe hacerse mayor, que debe convertirse en hombre y en buen hombre finalmente. Además, tenemos la vida de una niña que debe crecer, hacerse mujer y encontrar su sitio en el mundo. Eso es lo que prometen los primeros compases y en ningún momento decepciona. La evolución de los niños es pausada, bien llevada y relativamente verosímil. Es verdad, hay que entrar por el aro de que Ruslan e Yvanka tienen pasta de héroes, esto es, que son capaces de ser mejor que sus coetáneos tanto al intentar lograr sus objetivos como en sus decisiones morales. Pero Montse quiere contar la historia de un par de héroes de su tiempo, no de gente normal. Es épica. El sabor que deja al final es de un agradable agridulce que mí me satisfizo bastante.

Empieza uno la novela dándose cuenta del gran trabajo de Espasa en el preciosismo de la obra. El dibujo de portada, quizás un poco recargado, es hermoso. La grafía del título, que se usa después en toda la obra, también es muy barroca, rozando lo excesivo, pero da mucha personalidad al conjunto y concuerda muy bien con los membretes que adornan todas las páginas. El mapa es una maravilla.

Luego nos enfrentamos al texto en sí. Es una narración de descripciones cuidadas y bien escritas, que a veces son algo asépticas pero otras veces gozan de gran calidez. Acompañan a la narración de los hechos de forma muy natural, haciendo la lectura de Estirpe Salvaje algo ágil y cómodo.
El desarrollo de la trama amenaza con ser lento durante los primeros compases, pero coge ritmo en seguida y ya no para hasta el final. En ese sentido destacan grandes saltos temporo-espaciales que dinamizan el conjunto. Montse no está interesada en contar cómo Ruslan recorre el camino de aquí para allá o para el otro lado a menos que durante el camino pase algo. Eso es de agradecer en este género, en el que los interminables caminos entre un punto y otro del enorme mapa suelen vivirse con horror por el aficionado.
Finalmente, lo que menos me ha gustado del estilo son los diálogos, que en ocasiones veía forzados y poco naturales. En algún momento de conversación, gracias a la gran ambientación de la que hablaré más adelante, tuve la impresión de estar leyendo una historia escrita en ruso y traducida sin "chispa", como si la vida de algunos personajes se hubiera perdido en el camino.

He amenazado con hablar de la ambientación y, bueno, qué mejor momento que ahora. No sé si Montse se ha basado en una historia real o si todo el trasfondo es suyo. Quizás cuando termine esta reseña me dedique a buscar esa información para sentirme un poco menos ignorante. Pero lo que es cierto es que hace parecer que sea real. Hay novelas históricas con menos verosimilitud político-social que Estirpe Salvaje. Nos encontramos con el nacimiento de una nación sobre los hombros de grandes ciudades dominadas por señores poderosos. Contemplamos las tensiones de la segunda generación, porque señores, ser Alejandro Magno no es fácil, pero más difícil es ser heredero de semejantes dominios, saber darles cohesión cuando ya se está olvidando el por qué están juntos y cuando la figura que llegó para unirlos ha desaparecido y ha dejado un heredero. Y es esa dificultad, ese conflicto, el que alimenta la historia. Me parece una decisión genial y que da los mejores momentos de intriga política y militar.
En semejante contexto hay batallas, muchas batallas. La estrategia de los ejércitos no es complicada, pero en su sencillez radica su gracia. Contiene la simpleza de las batallas de su tiempo, dos ejércitos que chocan, maniobras sencillas de pinza, aprovechamiento del terreno y del factor sorpresa. Montse no pretende demostrar una campaña de Warhammer particularmente imaginativa y genial, sino batallas reales con ejércitos reales.
Ah, es cierto, no lo había dicho. Encuadro a Montse entre las escritoras del fantástico por dos motivos. El primero, porque todo lo que había leído de ella en cuanto a relatos venía de ese género. El segundo, mi ignorancia en cuanto a la realidad de los hechos políticos contados. Pero en ningún momento aparecerá el mago, el dragón o el elfo de dorados cabellos en esta historia. Son seres humanos reales y bien físicos. Sangran, sufren y pelean en un mundo real con normas reales. Eso se agradece.
¿Y cómo son esos personajes? Bueno. Los protagonistas están muy bien construidos a lo largo de toda la novela. Los secundarios de lujo van de lo genial a lo atractivo. A partir de ese momento, los personajes se vuelven bastante planos. Las dinámicas están bien establecidas, como las facciones dentro del cuerpo militar que acompañamos durante casi toda la historia, pero sus protagonistas son estereotipos, especialmente los villanos de la función. Desde un primer momento, sabemos qué personaje es "malo" o "bueno" y sus intenciones. Es lo otro que no me ha gustado demasiado de la historia, aunque no hay que dejar de reconocer que los estereotipos están perfectamente escogidos para su función.
No puedo terminar esta reseña sin comentar que toda la novela está impregnada por un sentimiento anti-machista muy intenso pero que no es cargante y que no es anti-masculino. La libertad de elección de rol como base para una historia en una época en la que esa libertad es nula, bien llevada y que en ningún momento parece "pegada" sobre la historia.
Para redondear el conjunto, un final que, como ya anticipaba, deja un regusto agridulce y ganas de seguir leyendo la historia de Ruslan e Yvanka a partir de ese punto.

CONCLUSIONES
Esta primera novela parece enfocada a un público juvenil tardío en casi todos sus aspectos y en ese sentido encaja perfectamente. Tiene momentos y personajes geniales mezclados con otros no tan geniales. Los diálogos y el maniqueísmo de los secundarios no terminan de agradarme, pero por contrapartida el trasfondo es tan verosímil que estructura y da firmeza a la novela.
Es perfecto para esa sobrina de dieciséis años que tiene la nariz pegada a un libro siempre, si no tenéis nada que regalarle estos Reyes.

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